Ilust004OPINIÓN

 

Por la libertad de expresión

Bittor Núñez

Hace algunos días pude leer en un rotativo local, cómo esta democracia española se asemeja cada vez más a la democracia turca. Aquí se cierran periódicos, y quién sabe si en el futuro lo harán con "Ardi Beltza", o cualquier otra publicación crítica, sin el menor empacho, o se recurre a las detenciones masivas de todo disidente que opta por vías pacíficas de desobediencia civil.

Luego tendremos que escuchar que en democracia todo es defendible por las vías pacíficas, no pudiendo evitar cierta sonrisa irónica, no por ello menos amarga. Llevamos años padeciendo garzonada tras garzonada. Mueve a carcajada escuchar a esos grandes estadistas, agitando entre ángelus y sacras tonadillas, alabanzas hacia ese gran pacifista que fue Gandhi. Si en este país surgiera un Gandhi luchando pacíficamente por lo mismo que luchó Mahatma para la India, la independencia, lo ponen a picar piedra.

La democracia española tratan de venderla como si se tratara de un detergente. Nos hartamos de oír hasta la saciedad esos discursos en donde siempre se repiten las mismas consignas, en boca de quienes se negaron a condenar la dictadura franquista. Un sistema que se pretende democrático pondría su mayor esfuerzo, no en seguir promulgando hasta la saciedad continuamente sus excelencias, sino en la profundización real de sus valores y potencialidades, garantizando una mayor participación social, horizontalizando sus estructuras, desburocratizando sus dinámicas diarias. Pero no, no es una democracia limpia, está corrompida, sirve a otros intereses, y está pringada hasta las cejas de eso que nadie quiere mostrar, porque salen todos pringados. Lo que les molesta a los poderosos, a los de siempre, a los jueces, políticos, periodistas oficialistas y orgánicos(cuarto poder), es que los trapos sucios de toda su camarilla, los juegos de tahúr repletos de trampas y tejemanejes, se hagan públicos. Que sus oscuros secretos sean descubiertos porque alguien, con las agallas y compromiso humano y moral de José Rei, se atreva a publicar en una revista informes que son tabú. Y todo porque en ellos se muestra la realidad de esos "demócratas de toda la vida", la profesionalidad de esos periodistas que pactan en reuniones secretas con el ministro del Interior la línea informativa a seguir con respecto al gravísimo conflicto vasco. Sus iras se han desatado ahora. Y en algunos de ellos, no por el atentado del que fueron objeto los periodistas de Donosita. Son otros los motivos. Pretenden criminalizar a la publicación "Ardi Beltza" y su director, porque desde meses atrás eran conocedores de la labor divulgativa que venían ejerciendo. La existencia de medios críticos y comprometidos en esclarecer chanchullos, sus relaciones oscuras con organizaciones mafiosas, paramilitares o neofascistas no tienen cabida en la sacrosanta democracia española, y es por eso que los aludidos por esta labor informativa componen un patético coro de histéricos, bramando todos al unísono la necesidad de actuaciones judiciales, el nuevo mecanismo censor de estos tiempos. Su lógica insostenible.

El atentado contra los periodistas lo ha realizado ETA. Pepe Rei dirige una publicación que ha editado un video. En él se desvelan affaires entre Mayor Oreja y algunos periodistas. El mostrar a la opinión pública hechos gravísimos que atentan directamente contra la supuesta deontología periodística, no es un delito. Otros no se molestaron en investigar ese adoctrinamiento ministerial, esa guía de estilo editorial que marcan desde las altas instancias. No se puede extender una cortina de humo sobre estos hechos, satanizando al único equipo profesional capaz de destapar la connivencia de ciertas rotativas y medios audiovisuales con lo que podríamos llamar periodismo de Estado, dictado desde un sillón ministerial. Durante años está más que demostrado que ETA no necesita leer en la prensa ni en ninguna revista sus posibles objetivos. ¿ Es que podríamos creernos que un comando de ETA podría parafrasear a González, en lo de "me enteré por la prensa", afirmando "atentamos contra ellos por lo que ponía en la prensa"? Es ridículo. No tiene ninguna lógica establecer relación entre las informaciones difundidas por "Ardi Beltza", y el atentado. Por otro lado, ¿nadie se extraña ante la persistente costumbre de agitar fantasmas y no mostrarlos? ¿Por qué ningún medio recoge información fidedigna sobre la que recogía el vídeo de "Ardi Beltza"?. Porque nadie quiere mostrar la verdadera naturaleza de esta revista, y su seriedad periodística.

Lo que uno puede deducir de este tipo de operativos en los que se lanzan en tromba desde el poder ejecutivo, el judicial y el mediático, es la instauración orgánica de un pensamiento único, de una sola libertad de expresión, de un solo derecho a la información, la que marca el discurso político de estos poderes imparciales, déspotas, belicosos. Y es más que sospechoso que se produzca de manera tan sincronizada y unánime. Es tristísimo confirmar que cada vez que se pretende censurar políticamente y linchar moralmente a algún colectivo o persona de la disidencia vasca, siempre se da el mismo fenómeno; primero los poderes mediáticos caldean el ambiente, después alguien del Ejecutivo realiza unas declaraciones, pide actuaciones, sugerencias que automáticamente son atendidas como órdenes. Comienza la caza de brujas, se preparan los legajos judiciales necesarios, barnizándolo todo de un discurso concreto, y finalmente se cierran periódicos, se mete a la cárcel a quien haga falta. Estos politiquillos carentes de soluciones reales para el problema vasco, manipuladores del subconsciente infantiloide colectivo, siguen vendiéndonos la moto de los indios y los vaqueros. El séptimo de caballería nos librará de los salvajes, de los forajidos. Si tanto celo democrático dicen poner en el cumplimiento del estado de derecho, para reparar el daño hecho en otros casos como Brouard y Muguruza, sugiero a la Judicatura española que abra diligencias contra quienes por inducción, colaboración u cualquier otra figura posible, pudieran ser incurrentes de delito. Me refiero a todos los medios de comunicación españoles que durante aquellos años estuvieron señalando a los dirigentes de HB como posibles objetivos de los GAL u otros grupos por el estilo. ¿En este último caso, las cosas cambian?. Son los dos raseros de medir que se vienen aplicando sistemáticamente. Sería ridículo responsabilizar a la prensa, tan ridículo como lo es en el caso de "Ardi Beltza" y José Rei. No es coherente hablar de la libertad de prensa y jalear la censura de otros medios, el encarcelamiento de periodistas. Lo dijo Malcolm X: "Cuidado con los medios de comunicación, porque a los verdugos los convierten en víctimas y a las víctimas en verdugos". La diferencia aquí estriba en que "Ardi Beltza" es un proyecto periodístico independiente, que hace daño a las estructuras del poder. El resto de medios forman parte fundamental de él. Hay acallan esta voz que les resulta molesta, mañana quizás habrá que empezar a engrasar las vietnamitas, y publicar en clandestinidad lo que esta monarquía parlamentaria censura, criminaliza, amordaza. Gara