OCIO-CULTURA     Ilust001

 

¿Vacas locas o beneficio demente?

Obdulio


La experiencia y escarmiento

hace los hombres arteros...

(Auto V de la Celestina)


Al vivir en el campo y al subsistir gracias a una agricultura y ganadería de subsistencia y familiar, el aprecio, respeto y agradecimiento hacia los animales, tierra o bosque, es tan intenso y complementario, que para los y las que habéis "abierto el ojo" en las ciudades, es muy difícil de entender.

Las vacas no están locas; locos y locas los que mandan, tienen las multinacionales y más locas aún, las gentes que los defienden o apoyan.

Primero intoxicaron y manipularon el alimento de las vacas... (y el nuestro??); más tarde envenenaron a mucha gete y ahora para limpiar el tablado, quieren incinerar el ganado vacuno. Es evidente que los organismos de animales e incluso humanos no están todavía "preparados" para ciertas dietas a base de antibióticos, compuestos químicos o sospechosos... Así de vez en cuando, pasa lo que pasa. Un animal herbíboro no puede alimentarse con carne. Esos piensos (tan mal pensados) compuetos con cráneos de quinos y otros huesos para "reciclar", parece que conseguían engordar más. A todo esto hay que añadir la injusta y antinatural forma utilizada para la explotación (nunca mejor dicha esta palabra) de ciertos animales como pueden ser las vacas, cerdos o gallinas en granjas incómodas, sucias y pequeñas. Como soy hijo de campesinos (labregos) y en el campo nací, escuchar todas estas tragedias causadas por el beneficio en contraposición a quienes no somos mas que números en Fica para consumir, me revienta la lengua y la sangre no hierve, sino que quiere salir como lava de volcán.

Nací entre animales, entre los que las vacas, eran ls más importantes, ya que gracias a ellas subsistíamos y comíamos. Poe eso siento mucha pena cuando tantos miles de vacas son exterminadas. Esque nadie puede sentir cariño por una vaca. Solamente se puede sentir cariño por un gato, perro, foca o elefante. Los veinte primeros años de mi vida compartieron su carrera con: gatos, perros, gallinas, vacas, burros, mulas, conejos, cerditos, grillos, saltamontes... pajarillos, cuervos... y más. Al vivir en el campo y al subsistir gracias a una agricultura y ganaderia de subsistencia y familiar, el aprecio, respeto y agradecimiento hacia los animales, tierra o bosque, es tan intenso y complementario, que para los y las que habéis "abierto el ojo" en las ciudades, es muy difícil de entender. No voy ha escribir un cuento bucólico, ni a cantar las bellesas de la vida (muy dura también) del campo, y a que eso lo expresaría mejor en un poema, pero si a remarcar la diferencia entre tener animales para vivir y entre tener animales para explotar y sacar el gran beneficio. Cuando iba de pastor con las cuatros vacas (número máximo que llegamos a tener) al campo y las guardaba, me gustaba subirme a los altos robles y desde allí podía comprobar la granja de Sr. Z., que ya tenía unas cuarenta vacas, todas ellas flacuchas y sucias ya que estaban casi todo el día en la pequeña e incómoda granja para comer y dar leche. Cuando las sacaban al patio sin hierba, tomaban un poco el fresco pero parecían tristes. Yo las veía y miraba a las nuestras... que eran mis amigas y casi libres. Al llegar a casa las ordenábamos a mano con caricias y a veces con un ramillete les espantaba las pesadas moscas... sus cuadras o establos estaban limpios y les íbamos echando pajas y rastrojos para que durmieran calentitas. Luego con ese estiércol abandonábamos las tierras en la siembra...

Las vacas nos daban la leche para comer (mantequillas, quesos...) y para vender al lechero que cada mañana pasaba con su camioneta; un ternero al año para vender y hacían el trabajo de casa (no teníamos tractor ni mulos) con el carro que les poníamos. Cómo no íbamos a quererle o agradecerle todo lo que nos daban. No solamente mi familia, pero ciento de ellas (aún algunas hoy), en las zona rural de Galicia han vivido y subsistido, y viven hoy, gracias al ganado vacuno.

Esta exposición sería la más natural y ecológica. La de las granjas sería la otra. La del beneficio y maltrato, simplemente por ganar dinero a cosa de como sea o de quien sea. En el año 1986 oí por primera vez lo de las vacas locas (vaches folles, en Suiza). Recuerdo que enseguida se cuestionó el origen del problema: los piensos manipulados y la entremezcla de carnes en ellos . Luego vino el tinglado de eliminar a las reses enfermas o contaminadas etc. Eso no quiere decir que la democracia burguesa helvética sea la mejor, pero duda no cabe, que según qué cosas, se toman más serio y se busca el origen del problema.

Muchos años después (ahora mismo), en la España "aznariana" del todo "va bien", nos encontramos de nuevo con el problema de las pobres vacas locas. Lo que sí es digno de denunciar publicamente es que aquí pasaron meses hasta que ciertas mentes iluminadas pusieron el dedo en la llaga del problema: los piensos manipulados. La cantidad de sandeses y absurdos que llenaron las páginas de su prensa durante semanas y la "educación" que eso formó en muchas opiniones como: "los ingleses tienen la culpa".

Si no fuera por esos piensos preparados, la carne no llegaría para todos y todas, (como si todo el mundo pudiera acceder a ella o no existiéramos los que no comemos carne...). O todo es mentira y la carne está en buena salud y podéis consumirla ya que por la televisión se vió al ministro coger un chuletón etc. Pues estas opiniones se escuchaban a diario y más yo que trabajo de camarero en un restaurante y soy de naturaleza muy observador y crítico.

Sin duda, algo de mentira y verdad debe haber en esta fábula. Sin duda, algunas reses por culpa de su alimetación enfermaron. Sin duda, muchas sanas, se están sacrificando. Aquí ya ignoro cosillas. Aunque claro tengo, que también corre por los aires el susurro de querer reducir el ganado vacuno en Europa y entre este puzle, se encuentra la vieja y castigada España (con Portugal), para los que somos trabajadores y trabajadoras, pero también la neo-españa del bien, para las treinta familias ricas que controlan y cortan el pastel ibérico.Es que ahora quiere la neo-dictablanda (copia o mejor dicho, la clonación de la otra dura franquista) que gobierna este país, convertir totalmente esto es una zona de servicios. ¡Vaya!, ¡vaya!

Está pués al día la tragedia o tragicomedia de las mal llamadas "vacas locas", ya que aquí los locos son ellos, los de siempre... el capital, el dinero, el beneficio, la explotación sin límites ni control de los animales y de la tierra, la avaricia y este sistema imperante y globalizado, que produce todos estos males y contamina nuestra salud y la de nuestro planeta.

Los gobiernos y democracias permiten todo y mucho más, ya que la banca manda y el neo-capitalismo impera. Ellos están seguros, ya que se han acostumbrado al silencio absoluto, exceptuando algunos brotes de rebelión, de la población. Tienen medios y lo utilizan sutilmente, de manera que muchas veces nos hacen sentirnos culpables de sus males y otras varias, nos mantienen engañados y engañadas. Nifalta hará recordar la sumisión absoluta y plena de la prensa y medios de comunicación, que encima se denominan "independientes". ¡Vaya!, ¡vaya!

Para acabar, que no acabarán los abusos de los que controlan el mundo, recordar que el veneno má grande y mortal, es este sistema inhumano basado en las diferencias sociales y la competición entre "supuestamente" iguales... y que la única forma de plantarle cara es la reorganización de los trabajadores y trabajadoras de base, ya que somos los que creamos la riqueza, pero no la disfrutamos. La concienciación y la formación para reclamar nuestros derechos y nuestra alimentación.

Las vacas no están locas; locos y locas los que mandan, tienen las multinacionales y más locas aún, las gentes que los defienden o apoyan. ¡Basta ya de envenenar nuestra salud! ¡Basta ya de exterminar a los animales!